La disfunción sexual es el resultado de una serie de transtornos que dificultan al hombre realizar el coito. Estos transtornos pueden afectar al libido o estímulo sexual, la eyaculación, la impotencia o disfunción eréctil o la incapacidad para lograr un orgasmo. Por tanto, esta disfunción hace referencia o representa los problemas sexuales del hombre, y que en la mayoría de ocasiones, es una mera combinación de factores psicológicos y físicos.
Los problemas físicos, como la falta de erección, acaban desembocando en la aparición de problemas como miedo, ansiedad, irritación o tensión emocional, que son factores psicológicos. Esto no es bueno porque conduce a una retroalimentación que lo único que favorece, si no se trata a tiempo, es agravar aún más el problema de tipo físico. Por tanto, son muchos los factores a tener en cuenta cuando la relación sexual no funciona.
Tabla de Contenidos
Ansiedad por el acto sexual
Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el hombre es la presión por rendir correctamente en el sexo y satisfacer las exigencias de su pareja. Esta presión, puede ser de externa (de la propia pareja) o interna (la genera el propio hombre) y cursan con la famosa ansiedad del desempeño, que incapacita al hombre a disfrutar de sus relaciones por culpa de una angustia continua.
¿Existen más causas psicológicas de disfunción en el hombre?
Sí, no solo la ansiedad por el fracaso sexual es el único factor psicológico. A veces, el estímulo sexual no se produce por falta de libido pero que tiene un origen físico. En cuanto a las causas más frecuentes de disfunciones sexuales masculina, éstas pueden ser:
- Aburrimiento con la pareja
- Estado depresivo
- Peleas o discordia con la pareja
- Ignorar el comportamiento sexual
- Sentimiento de culpa
- Experiencias sexuales previas (abusos, violaciones, incestos,…)
- Miedo al embarazo
- Indiferencia ante la práctica sexual con la pareja
- Miedo a perder el control
Problemas más frecuentes de la disfunción sexual masculina
A pesar de que los factores psicológicos juegan un papel muy importante en el correcto desempeño del acto sexual y el coito, la disfunción eréctil es la alteración sexual más frecuente en la población masculina. Como se ha descrito en anteriores artículos, esta disfunción o impotencia no es más que la incapacidad para alcanzar o mantener una erección que le permita el coito y una relación sexual satisfactoria.
Además de la impotancia, el problema de la eyaculación (tanto precoz como retrógada) está presente en muchos hombres, y en menor medida, la falta o ausencia de libido o la obstrucción de conductos eyaculadores (tipo físico). A partir de aquí, existen una serie de factores que afectan en mayor o menor media la relación sexual como pueden ser las drogas, tratamientos crónicos con determinados medicamentos, patologías del aparato urinario y excretor, patologías cardiovasculares, etcétera…